Tengo ganas de ti, de tenerte en mis manos y envolverte en mis caricias. Deseo sentir cómo, casi mágicamente, adquiere tus más impresionantes formas, densas, rutilantes... Aspirar tu olor íntimo que me seduce más que la colonia más cara. Introducirte en el interior de mi boca y jugar, primero suavemente y luego con esa brusquedad que tanto te gusta, azotándote con mi lengua.
Tengo ganas de ti, sólo de pensarte mis poros se abren para que los calmes con tus caricias. Mis pechos construyen un camino por el que deslizarte y la más dulce de mis honduras, te espera, se abre a tu paso, te abraza con mis carnosidades y disfruta sintiéndose totalmente llena contigo y del empuje brutal de tus embates, que van haciendo crecer mis cotas de placer a esas alturas donde tú sólo sabes llevarme, una vez, otra y otra...
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