domingo, 13 de febrero de 2011

Cada atardecer...


...disfruto ese momento en que mis manos untan en crema suave y aromática toda la superficie de mis pies cansados. Me gusta pensar que son tus pies los que mis manos recrean fortaleciendo y ornando tus huesos, pero, sobre todo, disfruto ese instante en el que imagino que son tus manos, las que coronan mis pies con sus mimos y desplegando en ellos la mejor de tus ternuras.

2 comentarios: