Disfruto sumergiéndome en el círculo de tus caricias, en ese manantial revitalizante que despliegas festiva y amorosamente sobre mi cuerpo. Me gusta tu mirada lúbrica, esa forma descarada tan tuya de alimentar mi deseo y el tuyo, simplemente, con tu mirada. Disparas, entonces, tus manos y en todo lo que de mí tocas aciertas a arrancarme los más dulces deleites. Cierro los ojos concentrándome en esa mezcla placentera en que se convierten los intensos olores que nuestras ansias desprenden.
Noto como tus pechos con sus pezones más que estilizados, reclaman anhelantes la humedad de mi lengua, que acepta encantada el gustoso encuentro de tan distintas texturas. Te agitas, estirando tu cuello hacia atrás, mientras tu carótida se hincha, cobrando todo tu cuerpo una vida inusitada. Tus piernas se abren para acoger mi sexo cuya dureza me indica que ya es más tuyo que mío. Fluye hasta lo más hondo de ti. Subes y bajas como un resorte deslizándote por él, hasta ese momento en que alzados ambos en una ola gigante descendemos hasta el gustoso sosiego del mar de caricias.
Como siempre… exultante el texto.
ResponderEliminar“Tus piernas se abren para acoger mi sexo cuya dureza me indica que ya es más tuyo que mío. Fluye hasta lo más hondo de ti.”
Besos.
No es un tema de los que suela leer pero el texto es increíble y el dibujo es perfecto.
ResponderEliminarEnhorabuena :)